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Muchas veces, se produce algo de confusión al momento de comprar una memoria RAM para PC, con el público general consciente casi únicamente del tipo correspondiente (DDR), pero obviando otros aspectos importantes como la frecuencia o latencia del producto, los que inciden directamente en el precio y rendimiento del módulo.

Otra veces, una vez que compramos nuestra RAM tenemos poca claridad respecto a la frecuencia que le corresponde funcionar, de qué depende y cómo medir éste y otros parámetros.

Ahora, intentaremos aclarar algunos conceptos en torno a dichos dispositivos, con información que no está de más conocer tanto en la pre-venta como en la post-venta, para asegurarnos que nuestras memorias están funcionando como corresponde según pagamos.

Información antes de comprar
Primero, es importante aclarar que para el sistema, existen actualmente tres clases de memoria RAM: DDR, DDR2 y DDR3. Éstas difieren de la memoria que utiliza la tarjeta de video, que también son de clases diferentes, estando actualmente vigente GDDR5, por lo que al momento de comprar un equipo, no hay que preocuparse por compatibilizar la memoria GDDR5 con las ranuras DDR3 de la placa madre: ambas sirven para propósitos diferentes, una para el sistema y otra para gráficos, y son independientes.

Dicho esto, veremos que al ir a la tienda por un modelo DDR3, que es la última generación presente, nos encontramos con algo como esto:

Kingston HyperX Blu 4GB 240-Pin DDR3 1600 (PC3 12800) 9-9-9-27 – 1.65V

Tenemos a Kingston como la marca fabricante, HyperX Blu el modelo específico, 4GB la capacidad total del módulo de memoria RAM y 240-pin DDR3 nos indica que el tipo de memoria sí es el de ultima generación que buscamos para nuestra placa madre, la que hay que fijarse tenga soporte para DDR3.

Después de eso, las cosas se complican un poco. DDR3 1600 es indicador de la frecuencia soportada por las memorias. Porque al igual que un procesador, las RAM también marcan una frecuencia que se mide bajo el mismo parámetro que la CPU, es decir, MHz. La premisa es simple: mientras más MHz, más rápido. En este caso, es posible hacer funcionar este producto a 1600MHz, según indica el fabricante, sin riesgo de poner en peligro la integridad del producto, aunque siempre es posible hacerlas correr a menos o más.

Luego vemos que aparece PC3 12800 en el anuncio. Esta sigla es indicador de dos aspectos que ya revisamos anteriormente: tipo de memoria RAM y frecuencia a la que corre. Los primeros tres caracteres, según lo que digan, nos dicen que:

PC = RAM DDR
PC2 = RAM DDR2
PC3 = RAM DDR3
Luego, el número que le sigue nos puede decir la frecuencia, simplemente dividiéndolo por ocho:

12800 / 8 = 1600MHz.

Y ya conocemos dos aspectos vitales antes de hacer la compra, puesto que muchas veces nos encontramos con ofertas que no especifican bien los datos y colocan sólo la marca, capacidad y el PC3 12800 en vitrina.

Acto seguido, vemos el 9-9-9-27. Esto se refiere a la CAS Latency, simplemente los tiempos de latencia o respuesta que alcanza la RAM durante el proceso de mover información desde un chip de memoria DRAM hasta los conectores de 240 pines donde se inserta, antes de irse al controlador de memoria para el procesamiento central.

Lo que deben saber: mientras hayan cifras más bajas, mejor. Además, algunos anuncios muestran sólo CL9 o CL8, siendo, por ejemplo, CL9 sinónimo de 9-9-9-27, a modo de resumir la información y CL significando CAS Latency. Otro punto a destacar es que mientras más alta sea la frecuencia de las RAM, generalmente mayores serán las latencias, así que no necesariamente debemos buscar más MHz si es que los tiempos de latencia aumentan demasiado. Hay que ir por el equilibrio.

Finalmente, 1.65V es la energía máxima que la RAM permite para funcionar a la frecuencia prometida, la que puede ser reducida o aumentada según queramos modificar la frecuencia de fábrica a la que adquirimos el módulo, en un proceso muy popular que todos conocemos como overclock.

Una vez que ya tenemos nuestra RAM…
Cuando el módulo está instalado en nuestro equipo y funcionando, nos queremos asegurar que opera a las frecuencias y latencias por las que pagamos.

Para esto, podemos ver a través del software CPU-Z detalles de la RAM, siendo una pequeña y popular aplicación que entrega detalles de nuestra computadora a modo de resumen. En Windows, la abrimos y vamos a la pestaña Memory:

Acá, en Type vemos que el tipo de memoria es DDR3, Size nos dice la capacidad (4096 MBytes = 4GB), Channels # son los canales a los que funcionan las memorias, sea single o dual channel, siendo esta última mejor para el desempeño de la plataforma. De CAS# Latency (CL) para abajo veremos los timings o latencias: 7-7-7-20, según la imagen.

Luego, vemos otro aspecto importante: DRAM Frequency. Éste es el indicador de la frecuencia a la que están funcionando en ese momento nuestras memorias, y para traducir dicho número simplemente tenemos que multiplicarlo por dos, lo que nos dará como resultado la frecuencia total a la que anda el producto instalado:

533,0 MHz x 2 = 1066MHz.

En este caso, las RAM corren a 1066MHz, pero en las Kingston HyperX Blu del ejemplo anterior, CPU-Z debiera mostrar en este apartado 800 MHz. ¿Por qué multiplicar por dos? Porque DDR significa Double Data Rate memory. Doble.

Ahora, si al revisar esto vemos que nuestra memoria corre a menor frecuencia de lo que compramos, significa que la plataforma no las soportaba desde un principio. Porque la frecuencia de la RAM depende de tu procesador central (CPU) y no necesariamente van a andar a lo prometido desde que las sacamos de la caja. Antes de ir por las más geniales RAM DDR3 a 2666MHz, tenemos que asegurarnos que nuestra CPU soporte aquello, lo que aparece explícitamente informado al momento de adquirir la CPU, como «Max memory support» o algo por el estilo. Acá, Google o el señor que vende PCs serán nuestros mejores amigos, en caso que no sepamos reconocer el dato.

Pero si le erramos y compramos mal la RAM, por ejemplo, un modelo a 1600MHz, prendemos el equipo, corremos CPU-Z y vemos que soportaba sólo 1333MHz, no todo está perdido. Podemos hacer overclock a nuestro procesador central, aumentando las frecuencias de la CPU y RAM. Pero esto da para otra guía completamente aparte. ¿El consejo por hoy? Comprar memorias cuya frecuencia sea soportada por nuestra CPU.

Agradecimiento a Juan Pablo Oyanedel y a CHW.net